1. Prólogo.
El
sistema de frenos permite al conductor disminuir la velocidad del
vehículo, así como detenerlo, y se compone de dos circuitos
básicos: “frenos de servicio” los que se accionan con el pedal,
y “frenos de estacionamiento” que se accionan manualmente por
medio de una palanca. La mayoría de los automóviles tiene dos tipos
de frenos: de disco en las ruedas delanteras, y de tambor en las
traseras.
Cuando
el conductor pisa el pedal de freno, la bomba de freno, asistida por
un reforzador de vacío llamado “servo” ó “booster”, envía
fluido a los pistones hidráulicos que se encuentran en las ruedas y
en las mordazas para generar la fuerza de frenado.
En
el caso de los frenos de disco, los pistones de las mordazas se
llenan y presionan los discos para reducir la velocidad de las
ruedas, cuando ya no se pisa el pedal, los pistones liberan al disco.
Para
los tambores: al presionar el pedal, el pistón hidráulico que está
unido a la rueda se llena de liquido de frenos, lo que separa las
cintas para que entren en contacto con el tambor, disminuyendo así
la velocidad de las ruedas. Cuando ya no se pisa el pedal, unos
resortes hacen que las zapatas vuelvan a su posición original.
2.
“Servo”, “Booster”, ó “Reforzador de frenos”.
La
función del llamado “servo de freno”, “Booster”, ó
“Reforzador de frenos” es
minimizar la fuerza necesaria, para presionar el pedal, y obtener la
respuesta de frenado. Es un amplificador de fuerza que aprovecha la
depresión (o vacío) generada en la cámara de combustión para
incrementar la fuerza del pie del conductor del vehículo. Puede
amplificar la fuerza del pedal de freno hasta 5 veces.
Básicamente
se basan en un pistón situado inmediatamente detrás del pedal de
freno, con dos cámaras que tienen una presión inferior a la
atmosférica gracias a la aspiración del motor. Esta presión menor
que la atmosférica se consigue en los motores de gasolina con un
tubo después de la válvula de mariposa, o con una bomba de vacío
en los vehículos con motores diésel.
Cuando
el conductor pisa el pedal del freno, se comunica la primer cámara
con el exterior, de tal manera que en ella se tiene presión
atmosférica. Como la cámara siguiente tiene presión inferior a la
atmosférica, el incremento de presión hace que se genere una fuerza
de ayuda a la frenada hacia la derecha proporcional al área del
pistón, que se suma a la fuerza que el conductor realiza sobre el
pedal.
Existen
básicamente dos tipos de reforzadores: los que aprovechan el vacío
del motor (conocidos como hidrovac) y los que utilizan el hidráulico
de la dirección (conocidos como hydromax).
3.
Bomba de freno.
La
bomba de freno, (también conocida en algunos lugares como “cilindro
maestro”), es la pieza encargada de dar al debida presión al
líquido en el circuito de freno. Recibe la presión del pedal de
freno amplificada por el servo, y presiona el líquido de freno a los
pistones correspondientes de las mordazas o tambores.
4.
Válvula dosificadora.
Los
vehículos con tracción delantera, traen esta válvula.
El cilindro maestro tiene dos
circuitos, y tiene dos líneas de salida. Una línea lógicamente
llevaría la fuerza del fluido hacia las ruedas traseras, y la otra
lo haría, hacia las ruedas delanteras. La válvula dosificadora,
recibe la fuerza de las dos líneas y la deriva en dos circuitos, de
tal manera, que un circuito, activa los frenos en forma diagonal una
rueda de adelante y una de atrás, y el otro circuito activa las
otras dos ruedas.
La
idea es que al frenar, la acción no desestabilice el vehículo,
acentuando el frenado en cualquier rueda. Algunos modelos de cilindro
maestro, traen esta función incorporada, mostrando 4 líneas de
salida.
5.
Mangueras y líneas de conexión.
Son
las encargadas de trasladar el fluido desde la bomba, hacia las
ruedas. Lo recomendable sería que toda la conexión fuese a través
de líneas o tuberías de metal. Pero el uso de mangueras se debe a
que facilitan la conexión en partes movibles como en las partes de
las ruedas delanteras (conexión de caliper).
Una manguera demasiado usada, expande
la fuerza hidráulica dentro de ella, dando como consecuencia
defectos de frenado.
6.
Cáliper o mordaza de freno.
La
mordaza es el soporte de las pastillas y los pistones de freno. Los
pistones están generalmente hechos de acero aluminizado o cromado.
Hay dos tipos de mordazas: flotantes o fijas. Las fijas no se mueven,
en relación al disco de freno, y utilizan uno o más pares de
pistones. De este modo, al accionarse, presionan las pastillas a
ambos lados del disco. En general son más complejas y caras que las
mordazas flotantes. Las mordazas flotantes, también denominadas
"mordazas deslizantes", se mueven en relación al disco: un
pistón a uno de los lados empuja la pastilla hasta que esta hace
contacto con la superficie del disco, haciendo que la mordaza y con
ella la pastilla de freno interior se desplacen. De este modo la
presión es aplicada a ambos lados del disco y se logra la acción de
frenado.
Las mordazas flotantes pueden fallar
debido al enclavamieto de la mordaza. Esto puede ocurrir por suciedad
o corrosión, cuando el vehículo no es utilizado por tiempos
prolongados. Si esto sucede, la pastilla de freno de la mordaza hará
fricción con el disco aún cuando el freno no esté siendo
utilizado, ocasionando un desgaste acelerado de la pastilla y una
reducción en el rendimiento del combustible.
7.
Tambor de freno.
Constan
de un tambor de acero o de hierro sujeto a la rueda de forma tal que
gira simultáneamente, en su interior, junto al semieje, están las
dos pastillas, separadas en su parte inferior por un tornillo de
ajuste, y en su parte inferior por un cilindro de rueda.
Esta
parte se encuentra ubicada en la estructura, o plato de la rueda de
atrás, tiene la función de recibir la fuerza hidráulica que viene
del cilindro maestro, y como respuesta genera presión mecánica.
Esta fuerza presiona las balatas o zapatas hacia los tambores creando
una fricción que obligará al vehículo a reducir la velocidad hasta
frenarlo.
8.
Sistema anti-bloqueo de frenos (ABS).
Formado
por un complejo dispositivo de sensores y bombas electrónicas que
mantienen a las ruedas en movimiento, aún en situaciones de pánico
o frenadas violentas. Aunque el ABS mejora la frenada en todos los
terrenos, hay que tener en cuenta que con pisos resbaladizos, las
distancias de frenado también son mayores.
Este
tipo de frenos se utilizan en algunos autos que poseen frenos de
disco en las cuatro ruedas, llevan un sensor en cada una, que compara
permanentemente la velocidad de giro (régimen) de cada rueda con la
velocidad de giro de las restantes. Dicho régimen puede ser
diferente en cada rueda porque en curvas, terrenos deslizantes o en
frenadas cada rueda tiene diferentes velocidades y/o superficies. Los
cuatro sensores están comunicados con una computadora; y si se
reduce repentinamente el régimen de una sola rueda, la computadora
da aviso del riesgo de bloqueo, lo que ocasiona que se reduzca de
inmediato la presión hidráulica en el tubo de freno de esa rueda,
para aumentar a continuación otra vez hasta el límite de bloqueo.
Este ciclo se desarrolla varias veces por segundo, sujeto a
vigilancia y regulación electrónicas durante toda la operación de
frenado. Resultado: el vehículo sigue estable al frenar
indistintamente del agarre o patinaje que ofrezca el pavimento; no
necesariamente se acorta el recorrido de frenado.
9.
Freno de mano.
La
función del freno de mano o freno de estacionamiento, es la de que
un vehículo estacionado no se ponga en movimiento por si solo, aun
cuando se puede utilizar como freno de emergencia si es necesario
durante la marcha del vehículo.
Es
una palanca que se encuentra al alcance del conductor; la palanca va
unida por unos cables a la leva de freno. Al accionar la palanca las
levas acciona los dispositivos de freno de las ruedas ocasionando un
frenado que en caso de darse con el vehículo andando suele ser muy
brusco.
10.
Líquido de freno.
Una
de las características del líquido de freno es que el no se
comprime, por lo tanto él comprime los accionadores de los frenos en
las ruedas. Es hidroscópico, es decir absorbe agua, por lo tanto su
vida útil es limitada, si el contenido de agua supera el 3%, la
temperatura de ebullición desciende de 80° a 90° C, lo que implica
la sustitución del líquido y además no debe utilizarse uno nuevo
que se haya mantenido durante un tiempo prolongado en contacto con el
aire. Eso indica que cuando hay mucha absorción de agua por el
líquido, se pierden sus propiedades de compresibilidad, dificultando
el proceso de frenado.
Los
líquidos de frenos sufren una ligera degradación durante los
primeros meses de utilización, debido a su poder de absorción de la
humedad; pero transcurrido un cierto tiempo se llega a la
estabilización de la tasa de humedad, de manera que no es necesario
el cambio del líquido. Sin embargo, cuando se realizan
intervenciones en el circuito de frenos, como el cambio de un
cilindro receptor, en las cuales se rompe la hermeticidad del
circuito, es imprescindible realizar el cambio total del líquido de
frenos. Los fabricantes recomiendan el cambio cada 80.000 Km. o dos
años.
En
situaciones donde se exigen “frenadas” de emergencia, (incluso
hay casos en que el disco de freno se pone al “rojo vivo”) es
normal que el líquido de freno se caliente mucho, cuanto más se
calienta el líquido mayor es la posibilidad de producir burbujas de
vapor que se transformarán en agua. También, si el líquido de
freno es de baja calidad, el punto de ebullición es bajo y
rápidamente se produce agua.
11.
Fuentes.
-
revistamotor.eu
-
aficionadosalamecanica.net
-
hola-mecanicaautomotriz.blogspot.com.uy
-
YouTube. Curso de Mecánica Automotriz – diagnostico del sistema de frenos
-
sabelotodo.org
-
hitechautomechanical.com.au
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